Nutrición: Microbiota

La licenciada en Nutrición Vanina Peralta, MP 2116, egresada de la UBA, docente y desempeñando su especialidad en el área de nutrición del sanatorio de la Trinidad, nos habla de algo que se escucha, se ve mucho en redes; esa palabra que nos da vuelta y nos tiene a todos como medios alterados, ¿hablamos de MICROBIOTA?

¿De qué se trata esta microbiota tan especial? Bueno, primero la microbiota es un conjunto de microorganismos que convive en el intestino, todo en el tracto gastrointestinal, entonces interviene en varias funciones, sí, sumamente importantes, por ejemplo, en regular todo lo que es el sistema inmune, por eso es tan importante fortalecer esta microbiota. ¿Y cómo la fortalecemos? Bueno, incorporando lo que son los prebióticos y los probióticos.

Los prebióticos son un tipo de fibra fermentable que se encuentran en las frutas y en las verduras, también en las legumbres, en los frutos secos, en las semillas, entonces por eso es muy importante tener una variedad de alimentos en nuestra alimentación para poder reforzar esa microbiota. Hay alimentos, por ejemplo, verduras que tienen mucha concentración de prebiótico, por ejemplo, la achicoria, el ajo, la cebolla y a veces no estamos tan acostumbrados a consumirlos diariamente.

Lo mismo con las frutas, por ejemplo, la banana y las legumbres es fundamental. En Argentina es muy bajito el consumo de legumbres. Salvo por ahí más en el interior del país, que están mucho más acostumbrados al consumo de legumbres que en los lugares más poblados.

Nosotros, en Argentina, tenemos un consumo de 800 gramos por persona anual con respecto a otros países. Es muy bajo el consumo de legumbres en nuestro país y la verdad es que los nutrientes que aporta son buenísimos, vitaminas, minerales, fibra prebiótica, razón por la cual, deberíamos incorporarlo diariamente a nuestra dieta. Y los prebióticos son microorganismos vivos que también son muy beneficiosos para la microbiota.

Son todo lo que son los fermentados, por ejemplo, todos los lácteos fermentados, el yogur, el kéfir, todos los alimentos fermentados. Así que incorporando estos dos, yo voy a fortalecer muchísimo la microbiota. También hay suplementación con prebióticos, pero bueno siempre hay que consultar a un profesional.

No porque esté de moda tomar prebióticos, salimos todos corriendo a tomar prebióticos. No, para nada.

Y bueno además de esto también es muy importante todo lo que es gestionar el manejo del estrés. Porque influye mucho en lo que es la salud de la microbiota. Entonces tratar de realizar actividad física, también el consumo de alcohol deteriora mucho la microbiota, o el consumo excesivo de azúcares también.

Entonces hay que tratar de evitarlos y aumentar fibra. Así que gestionar el estrés es fundamental. Practicar mindfulness, hacer yoga, caminar.

Estamos también ante el auge del que se está hablando de que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro. Se está estudiando mucho, de hecho hay evidencia científica y se le llama el eje intestino-cerebro.

Hay una bidireccionalidad entre los dos órganos, donde el intestino manda directamente al cerebro la señal. Entonces si nosotros tenemos una microbiota alterada, se va a reflejar en enfermedades neurológicas. Se ha estudiado por ejemplo en el Alzheimer y un montón de enfermedades.

No solamente a nivel físico, también a nivel mental, porque están justamente todos estos estudios desarrollando el tema de que a veces la depresión tiene mucho que ver con una alteración de la microbiota. Así le damos un poco de fuerza a esta frase que dice que somos un poco lo que comemos.

De alguna manera somos lo que comemos. Somos un poco lo que comemos y un poco también de todo, porque son varias cosas. Somos una construcción, pero es muy importante hacer hincapié que justamente somos lo que comemos.

En la medida en que tengamos un desorden alimenticio, vamos a tener un desorden físico. Eso se ve reflejado y lo ves en los pacientes.

Cuando tienen un desorden alimentario se sienten mal, están como sin ganas, agotados. Ya uno se levanta cansado. Sin fuerza.

Por más que haya dormido las ocho horas. Por eso, también es sumamente importante el buen descanso. El buen descanso. Últimamente se complica bastante porque justamente entre el estado alterado o el estrés que se genera más las condiciones generales o sociales, hace que también influya en un desorden a nivel físico.
No dormimos las horas que tenemos que dormir para poder reparar. Así que eso es fundamental también. El buen descanso.

Y también hay gente que por ahí se levanta y picotea por la noche. Entonces no le das ese descanso al aparato digestivo para poder realizar sus funciones. Eso también es otro tema.
Si nos ponemos también muy obsesivos con el consumo de esto sí, esto no, con que no puedo comer esto o no lo puedo comer con aquello, también estaríamos haciendo una alteración. Hay que tratar de poder gestionar, de comer con felicidad, no comer con culpa, masticar bien los alimentos, sentarse a disfrutar una comida y no estar pensando si uno quiere comer un helado o algo dulce, lo puede hacer tranquilamente. El castigo constante, no, ¿cuántas calorías me comí cuando comí el helado? Todo en su justa medida, obviamente, porque si no, ya pasa a otro plano, sentir culpa cuando comemos, sentirnos mal podemos llegar a generar después otro tipo de patologías y desórdenes.

Otro punto importante es el momento de comer. Hay técnicas de Mindfulness que son para poder comer, gestionar cuando comes, no comer estresado, no comer apurado, no comer parado, porque eso también, después te cae mal la comida, no es para nada bueno. Por lo general no se recomienda estar comiendo ni mirando el celular ni mirando, no sé, una noticia fea, sino que concentrarse en el momento de la comida que sea placentero y disfrutarlo. Porque, justamente, la alimentación es una cosa, y la nutrición es otra.
En este proceso intervienen un montón de factores: comer tranquilo, el ambiente, qué es lo que vos elegís para comer, disfrutar de la comida, la porción, incorporar todo tipo de frutas, de verduras, darle variedad a tu alimentación. Yo veo mucho a los pacientes que se limitan a pocos alimentos y ahí está el problema.

Lo otro que se está también comentando mucho y que también tiene que ver con esto de la microbiota, es lo de los ayunos. El tema de los ayunos es controversial, pero bueno, tal vez hay que evaluar cada paciente en particular.

No es para todo el mundo lo mismo. Eso es importantísimo dejarlo en claro. No es que todo el mundo puede decir, hoy no voy a comer nada.

No estamos todos preparados para hacer ayunos y no es todo tan rápido. Lo que pasa mucho es que mucha gente por ahí comenta, yo hago 12 o 14 o 16, entonces la gente ya quiere copiar lo que hace el otro y no es así porque cada uno tiene su individualidad y para eso hay que consultar y hacer un tratamiento individualizado y ver el estado general del paciente.

Al terminar la nota le hicimos a la licenciada la pregunta de Argentina con Salud:

¿Qué es para vos la salud?
Y… la salud es esto que hablábamos, es un todo, es algo bien integral.
No solamente nutrirse, sino que realizar actividad física, tener un buen descanso, tratar de gestionar el estrés, realizar yoga, técnicas de mindfulness, y tener un estado de salud óptimo la verdad es que te facilita la vida.