Prevención específica: Vacunación

Nos visitó la doctora María Cristina Echegoyen, MN 62895, especialista en Salud Pública y Epidemiología, quien trabajó durante 34 años en el Ministerio de Salud de la Nación, desempeñando tareas como Jefa del Departamento de Inmunizaciones, subrogante en la Dirección de Epidemiología y Directora Nacional de Salud Comunitaria, además de ser docente de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UBA; del Instituto para el Desarrollo Humano en la Salud (Médicos Municipales en Caba) y de la Universidad Católica Argentina.

Ella nos habló de las prevenciones específicas.

La prevención específica que está compuesta fundamentalmente por lo que son vacunas.
La verdad es que la República Argentina tiene un calendario de vacunación a disposición de todo el público, que es muy completo y que abarca muchas enfermedades. Y entonces lo primero que hay que decir es que la vacuna es un elemento justamente para que esté presente antes de que se produzca la enfermedad. Es una de las herramientas más ricas que tiene la medicina porque llega antes de que la gente se enferme.

Y la importancia que tiene es que empezamos a cuidar a la gente desde que está en la panza de la mamá, porque la vacunamos a la mamá para protegerlo al bebé. Y prácticamente desde que nace, los primeros seis meses, el bebé estaría cubierto a partir de las vacunas que ha recibido la mamá. Pero después de los seis meses empiezan a perder vigencia y tenemos que empezar a ponernos en marcha con la vacunación de los niños.

Es una responsabilidad de los padres cuidar a sus hijos y darles las vacunas. Las vacunas están disponibles en forma gratuita para toda la población.

Justamente esta es una de las características de lo que es el Programa Nacional de Inmunizaciones, que es un programa de carácter universal. Es decir, que cubre a todos los niños. Están absolutamente cubiertos todos.

A partir del año, es decir, a partir del nacimiento, porque ya a partir de los dos meses empezamos a darle vacunas, a los cuatro, a los seis, después al año. Y así vamos teniendo un calendario de vacunación que nos cubre toda la infancia, la adolescencia y llegamos hasta los adultos mayores, que también tienen su calendario de vacunación.

Las vacunas están a disposición en los centros de salud, en los hospitales, en las obras sociales. En todos esos lugares se dan gratuitamente. Además, por supuesto, el que tenga una prepaga o una mutual, seguro que va a tener las vacunas a partir de su institución.
Pero lo importante es que todo el mundo puede tener acceso a esto. Que el acceso es libre, que el acceso es gratuito en su mayoría, por supuesto, sobre todo para todo lo que está establecido dentro del calendario. Que es muy rico y muy vasto.

Que se va modificando, ¿no es cierto? Porque desde hace 20, 30, 40 años atrás, al día de la fecha, se fueron modificando y se fue ampliando en función a las nuevas cepas o a las nuevas enfermedades o a los nuevos ataques que hemos llegado a recibir.

Se fueron haciendo cada vez más vacunas. Y la verdad es que el calendario de vacunación nuestro es muy amplio, cubre muchísimas patologías. Y entonces es una pena que por falta de atención, de repente porque el tiempo a veces nos es muy tirano y las familias están muy ocupadas y tienen muchas actividades y descuidan un punto tan importante como es el de la vacunación. Hay que tener en cuenta además el valor que tiene la vacuna. Una vacuna tiene un valor individual porque cuando vos se la pones a alguien, lo protege de enfermarse.

Pero la realidad es que si la comunidad entera se hace cargo y se vacuna, no solamente la vacuna te cubre individualmente, sino que es colectiva. Porque si vos no te enfermas, no vas a enfermar a otro.

Con lo cual la vacuna tiene ese doble rol, por un lado individual, pero además tiene una cobertura colectiva. Pero para que la cobertura sea colectiva, tenemos que tener un alto nivel de vacunación. Hoy por hoy estamos enfrentando un problema, un problema que nos parecía ya pasado. Superado en algún momento, sí. Claro, quizás los que somos más grandes sabemos que antes que los chicos tuvieran sarampión era algo absolutamente natural. Después los vacunamos, hicimos grandes campañas. Este país se ha caracterizado por haber hecho grandes campañas, por haber cubierto poblaciones muy grandes para eliminar el virus del sarampión. Porque el único ser vivo que tiene sarampión es el hombre.

Hay otras enfermedades que no, que las pueden tener los animales. El sarampión no, solo es de los hombres. Entonces, siendo el único que se puede enfermar el hombre y existiendo una vacuna eficaz, podemos llegar a erradicarla.

Pero hay que cumplimentar los niveles de vacunación. Es una enfermedad viral. Las enfermedades virales tienen mucha mayor transmisibilidad que las enfermedades bacterianas. Por lo tanto, se necesitan coberturas muy altas de vacunación. Lamentablemente, en este momento no las tenemos. Es más, al día de hoy creo que tenemos ya 24 casos de sarampión cuando veníamos de cero.

Hay tres zonas de la Capital Federal, la Comuna 1, la Comuna 4 y me parece que la otra es la 9, que tienen casos de sarampión. Y también en el Gran Buenos Aires. En total son 24 al día de hoy. Pero seguramente que si hay 24 que se han diagnosticado, debe haber otros que no. Es decir que por cada caso debe haber por lo menos unos 10 que no se diagnosticaron. Entonces es muy importante que la gente lleve a sus niños a vacunar contra el sarampión. Normalmente la vacuna del sarampión es la Triple Viral.

Se aplican juntas la vacuna del sarampión, la vacuna de la rubiola y la vacuna de la papera. Por eso es la triple viral. Y se aplica una al año y después se aplica otra al ingreso escolar. Esa es la regla.

Pero en este momento, como estamos frente a un brote, porque estamos frente a la aparición de casos que no se esperaban, en muchos lugares se está adelantando la vacunación. Se está haciendo una oferta de vacunación a niños entre los 6 y los 8 meses para cubrirlos de esta enfermedad. ¿Es una enfermedad banal? No. No hay que confundirse. El sarampión no sólo es el granito o la picazón. Hay formas graves de sarampión.
Por otra parte, las formas graves de sarampión no sólo le dan a los niños desnutridos o a los niños carenciados. No, no. Nosotros hemos visto casos muy graves en niños eutróficos, es decir, niños de buen peso, bien alimentados.

Bueno, entonces lo importante es cubrirlos con la vacuna. Y tengo que decirte que en realidad, hoy por hoy, que haya bajos niveles de vacunación no incluye solo a aquellos padres que por alguna razón piensan que las vacunas no deben darse. No.
Tenemos un montón de gente que sí vacuna a sus niños, pero por alguna razón no han ido. Entonces hay que pedirles a todos que se den cuenta que estamos haciendo volver una enfermedad que se había ido prácticamente de la Argentina y que volvió porque un par de niños que estuvieron en el exterior la trajeron ahora y empezó a desparramarse acá.
El sarampión es una patología que tiene una alta transmisibilidad porque se transmite a través de las gotitas de Flügge, con el contacto con las otras personas, el hablar con otro que puede tener sarampión.

Un chico puede transmitir sarampión unas 48 horas antes de que empiece con síntomas, o sea, que se empiece a brotar. Es decir, que puede parecer sano, pero está enfermo. Está encubando una enfermedad.

Puede ir a la guardería, puede ir a un jardín, puede ir a una plaza, puede estar en cualquier lado. Por eso, la insistencia, de que hay que vacunar a los chicos.
Hay que tener presente que el sistema inmunológico de un bebé recién nacido es bastante acotado. Vos pensá que cuando nace, antes de que salga de la maternidad, a los chicos le damos la primera vacuna, que es la de la BCG. Y es muy importante, si no se la dieron antes de salir de la maternidad, que en la primera semana que esté fuera del hospital, del sanatorio, donde sea, le den la vacuna de la BCG.

Porque la vacuna BCG previene las formas graves de tuberculosis como por ejemplo la meningitis u osteomielitis, que en los niños producen lesiones que son irreversibles. Con lo cual, hay que proteger a los niños desde el primer momento.

Porque no estamos hablando de cosas tan lejanas ni de tan erradicadas. Porque, por ejemplo, la tuberculosis ha tenido un rebrote importante en la comunidad.

¿Debido a qué? Bueno, debido a la aparición de enfermedades que son inmunodepresoras. Entonces, todas las enfermedades inmunodepresoras facilitan la reemergencia de enfermedades que parecía que ya no estaban más.

Hay que tener en cuenta que la tuberculosis tiene mucho que ver con el medio en que vive la gente. Entonces, tiene mucho que ver con el hacinamiento, con la malnutrición, con el tema de la pobreza en cuanto a la falta de trabajo, la falta de diversión, la falta de paseo. Todo eso hace que una persona se enferme.

¿Se pueden enfermar otras personas de tuberculosis? Sí. Te podés contagiar. Pero si vos tenés las condiciones personales y de cuidado dadas, va a ser más difícil.

Y además de darnos esta clase magistral de prevención, la Dra. Echegoyen respondió a la pregunta fundamental de Argentina con salud:

¿Qué es la Salud para vos?

Bueno, mirá, mi especialidad es la salud pública. Y en salud pública nosotros hablamos de la salud como un complejo que tiene que ver con, no solo con la ausencia de enfermedad, sino que tiene que ver con el trabajo, la diversión, la educación, la vestimenta, una buena casa, un ambiente saludable, agua potable, que tenga cloacas, que pueda comer todos los días. Son todas condiciones necesarias para que haya salud. Son absolutas, sí. Porque la realidad es que el ser humano necesita de todas esas cosas para crecer, para desarrollarse bien, para ser feliz.

Y tener salud es poder ser feliz. Si no se puede ser feliz, es muy difícil que haya salud. Muchísimas gracias.